28.11.12

Las casas chorizos

Por lo general me gustan todas las casas, en especial las antiguas. 
Con antiguas me refiero a aquellas en las que uno
encuentra huellas del tiempo. 
Esas casas me inspiran vida, como dice la 
canción de Pedro Guerra.

Pero de las casas antiguas, particularmente, 
las que me fascinan son las casas chorizos
Sí, esas que tienen los dormitorios uno a continuación del otro, 
 comunicados entre sí. 
Y que todos los ambientes dan a un patio lateral o una gran galería. 
Por lo general, el baño y la cocina están en el fondo.
Y en el frente tiene un pequeño jardín. 
Bueno, así era la casa de mi abuela "Palmira", tal
como la que se ve acá.

Las casas chorizos surgen principalmente en Buenos Aires y Rosario,
 y rápidamente se extienden por todo el país. Algunos dicen que su origen se debe a la "respuesta italiana" a los lotes estrechos.
Mi abuela era de origen italiano, y vivió toda su vida en dos casas chorizos. 
Ambas casas en el barrio sur de nuestra ciudad; 
actualmente están tal como eran antes.

La primera funcionaba más bien como conventillo:
en cada habitación vivía una familia distinta
(todas con vínculos de parentesco entre sí)
La segunda casa chorizo en la que vivió, fue una que alquilaron 
con mi abuelo (también italiano),  durante toda su vida.
De esta última conservo innumerables recuerdos.

Imposible disociar el recuerdo de mis abuelos de esos espacios/lugares/cosas 
que me hicieron tan feliz en mi infancia. 

Una seguidillas de imágenes se vienen a mi memoria: 
la galería, el toldo de la galería, las columnas de hierra fundido, los corta gotas,
 los pisos de mosaicos, las habitaciones inmensas, el parqué, la cocina que era bellísima, el aparador de campo que ocupaba todo una pared, el baño gigantesco, 
los artefactos del baño, sobre todo el depósito del agua en alto y del que disfrutaba el "tirar la cadena", las puertas-ventanas que daban a la galería, las ventanas, los muebles... la mesa dónde mi abuela amasaba los ñoquis o los fideos caseros, etc.

A veces pienso: "si tuviera plata... me compraría una casa chorizo 
y la restauraría" 
Como veo un tanto lejano este proyecto, 
lo reemplacé por un acto de deseo que tomé de mi mamá:
cada vez que ella ve una casa que le gusta (de esas que parecen abandonadas) 
dice: "Que me la den para cuidarla" 

Bueno, así andamos -con el Nacho- muchas veces por la vida:
anhelando casas para cuidarlas.

Los invito a escucha la canción de Pedro Guerra y a recorrer algunas fotos. 




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En Santa Fe hay muchas casas chorizos, de hecho en este nuevo barrio al que nos mudamos
ví varias, prometo sacarles fotos.

¡Buen miércoles para todos!



23.11.12

Anecdotario de Amparo: risas!


La semana pasada vino Alejandro Balbis 
a nuestra ciudad. 
Fue toda una alegría poder ir a verlo en el teatro 1º de mayo. 
Imposible no amarlo. 
Músico. Cantautor uruguayo.  Productor.
Muy talentoso y un sensible, 
como todo gran artista.  

Vino presentar "El Gran pez", 
un disco donde le canta a la familia, al barrio, 
a la ciudad, la humanidad, etc. 
(En otra oportunidad hablamos sobre la canción del Balbis
la película de Tim Burton El gran pez)

Fuimos con Amparo. Y en un momento, ella se rió "a carcajadas"
El Balbis escuchó la risa de Amparo y preguntó (señalando al público):
"¿Esa es una voz humana?"
¡Qué risa!  Sobre todo, si asociamos esto con lo que dijo 
otro artista: Hugo Varela. 

Cuando fuimos a verlo al Centro Cultural, Amparo también se rió "a carcajadas"
El Centro Cultural en silencio escuchó la risa de Amparo. 
Y Hugo Varela dijo: 
"¿Qué? ¿trajeron animales de corral?"

Nadie dudaría que los artistas tienen buen oído.
Así que habrá que asumirlo, la voz, la risa de Amparo 
debe ser un poco... ¿rara? 

¿"Voz no humana", risa como "animal de corral"? 

Para que lo juzguen ustedes mismos, les dejo una interpretación de Amparo. 

En esta oportunidad canta: "El sinlloncito" Un tema de su autoría, 
en una producción especial de 
Ignacio González, Amparo González y Ma. Eug. Nocioni.




¿Y qué les pareció?

¡Buen viernes para todos!



22.11.12

"En casa"


En otra oportunidad les contaba sobre mi amor por la
arquitectura y el diseño.


Pienso que ese amor viene de mi amor por las casas...



Sí, en general amo todas las casas. 
Desde mi infancia es que me pasa esto. 

Muchas veces voy en el colectivo y miro las casas y me imagino 
cómo los habitantes de esas casas le dan vida a la misma, y cómo la casa le 
da vida a sus habitantes. E imagino cómo sería vivir en esas casas. 

Amo las casas, por la idea de "estar en casa", de "sentirse como en casa", 
la sensación de "estar de entrecasa", etc. 

Seguramente a esto se debe el desasosiego que siento
cada vez que tengo que afrontar 
una nueva mudanza. ¡Otra más! me digo.
(Ya van cinco en siete años)
Y  no puedo evitar sentirme violentada por la situación.


El concepto de "nomadismo" de Giles Deleuze, con lo potente que es para mí, 
paradojamente no ha logrado reconciliarme 
del todo con los sucesivos 
movimientos de territorialización-desterritorialización 
que implica el tener que desarmar y rearmar tu casa, tu hogar,
una y otra vez. 

Aunque, claro está, lo dice Deleuze un nómada es el que no se mueve 
porque quiere quedarse en su tierra, en el mismo sitio, 
pero escapando de los códigos y valores establecidos.

Si bien cada mudanza implica para mí, y para los míos (Nacho y Amparo) 
una pequeña-gran revolución, en lo personal no logro aquello del "viaje inmóvil"
que propone Deleuze.

Un viaje inmóvil, que en palabras de él "No es lo mismo que un viaje interior, 
es un viaje por el cuerpo, si es preciso por cuerpos colectivos"

El nomadismo para Deleuze va por dentro, con eso está todo bien.
Pero  yo  muchas veces siento al nomadismo como una presión
que viene desde un afuera, que debo soportar.
Ahí es cuando más que nómade me siento 
como un "vagabundo" ,  como dice Zymundt Bauman.


Mucha incomodidad me causa lo efímero, lo fugaz de la "modernidad líquida"
Ese pasar inasible de las personas, las cosas, los lugares, el tiempo, 
las relaciones, etc.

Vagabunda, errante, nómade en el trabajo, en la casa, en los barrios, en las relaciones... hay algo de interesante en esto, pero a la vez mucho de desgarrador. 
Es como un constante "no lugar". desde la concepción de Augé. 
O mejor como los "sin lugar" de los que habla  Anand Giridharadas


Aunque de todos estos pensadores, con quién más coincido es con 
Suely Rolnik cuando habla de los  sin "en casa".




“Las subjetividades hoy: arrancadas del suelo, tienen
 el don de la ubicuidad. Fluctúan al sabor de las 
conexiones mutables del deseo con flujos de todos los lugares
 y todos los tiempos que transitan simultáneos por las
 ondas electrónicas. Filtro singular y fluido de este inmenso océano 
también fluido. Sin nombre o domicilio fijo, 
sin identidad: modulaciones metamorfoseantes en un proceso sin fin 
que se administra día a día, incansablemente. 
El extrañamiento se adueña de la escena, 
imposible domesticarlo: desestabilizados, desacomodados,
 desamparados, desorientados, perdidos en el tiempo y en el espacio es como si todos fuésemos homeless, sin casa. 
No sin la casa concreta (grado cero de sobrevivencia en el que se encuentra
 un contingente cada vez mayor de humanos) 
sino sin el "en casa" de un sentimiento de sí, o sea, 
sin una consistencia subjetiva palpable, sin la familiaridad de ciertas
 relaciones con el mundo, 
de ciertos modos de ser, de ciertos sentidos compartidos, de una cierta creencia" 




Y se pregunta Rolnik:
 "¿Cómo reconstituir un territorio en este mundo movedizo? 
¿Cómo arreglárselas con esta desorientación? 
¿Cómo reorganizar algún sentido?...” 

Su propuesta es bastante seductora. De lo que se trata, dice, es de 
saber construir un "en casa", una nueva forma de "en casa", 
un nuevo mundo. Y esto a partir de 
la estrategia antropofágica, que es en definitiva, un modo de subjetivación.

Bueno, creo que por esos caminos estoy en la búsqueda para ir 
produciendo mi " en casa".


Por todo esto, por esa necesidad de un "en casa" 
es que amo las casas!, todas, pero principalmente:

las casas chorizos,


las Casunis


y las Casas Chauchas.


Luego les cuento más sobre estas casas y porqué me gustan tanto.